Mi historia comenzó de la siguiente manera: nacido de la ferviente pasión de un mortal hacia un dios, un niño mitad humano y mitad divino, especial pero no tanto, después de todo, en ese mundo contenía seres más dignos de ser llamados especiales. Mi madre no tenía dinero para mantenerme, sí, era pobre y terminó dándolo a una familia rica. Nacido en Liechtenstein, un principado europeo, viví una vida monótona con mis padres adoptivos, Aaron Von Liechtenstein y Leona Von Liechtenstein. Desde que tengo memoria, usé mis poderes sin temor a ser atrapado por nada, pero una hora me cansé de ello. ¡Toda esa monotonía, todo ese ambiente pegajoso! Argh, terminé averiguando sobre el campamento y me dirigí allí. Cuando llegué allí, solo era un campista normal, incluso tuve una hija y una esposa que murieron trágicamente en una misión y bueno, como era normal, básicamente no podía hacer nada. Ese día decidí que cambiaría, me convertiría en algo mejor, más poderoso. Fui a una ardua misión, mi corpulencia tembló de miedo pero no volvería en ese momento, fue en ese momento que conocí a Alucard y los demás. Ese día, me convertí en el receptáculo perfecto para Gabriel, en ese momento me convertí en el rey más temido de Egipto ... ¡Pero no! Lucifer, terminó mi reinado. Mi reinado había sido truncado, junto con mis acciones. Bueno, seguí de nuevo, sin pestañear, maté dioses, maté demonios, maté dioses, incluso maté a dos de los jinetes del apocalipsis. Conocí a mi segunda esposa en ese momento también, una hermosa hija de Tiamat, pero en ese momento ya había sido corrompida por mi odio y codicia. En medio de un sacrificio, estaba atrapado junto con Lucifer y allí él me torturó, me hizo sufrir como nunca antes. Salí de allí cambiado, un ser sin alma, sin sentimientos y seguí sus órdenes: maté a mi amada esposa, sin piedad. Al regresar con mi alma, ya era parte de lo que soy ahora, un ser astuto y codicioso. Me convertí en un dios, me convertí en el rey del infierno, hice que mis enemigos cayeran ante mí, ¡pero nuevamente perdí todo lo que luché! Vamos, repasemos estos recuerdos amargos y divertidos. En ese momento ya me había convertido en una secuela, más sedienta de poder que otra cosa. De acuerdo, hasta que nos acercamos al punto actual, siempre me gustó Dios, fue amable conmigo, pero ¿después de descubrir todo lo que hizo? Mi compasión por él se redujo a nada, por supuesto, sabía que mucho después de convertirme en el Profeta del Señor, el elegido por Gabriel. Luché contra la muerte en sí, pero perdí, bueno, fue un resultado obvio, ¿diría? De todos modos, me desperté en el vacío, junto a Lucifer y algunas otras personas. ¡Lucifer, ese bastardo me hizo mujer pero lo maté! No me preguntes cómo, pero apagué su existencia para siempre, parece, pero todos saben que nada queda muerto aquí para siempre. Siguiendo mi historia, luché varias veces, fui testigo del apocalipsis, el surgimiento de Bryan y Gray como seres superiores. ¿Debo decir que me siento un poco celoso? Quizás pero bueno, sé que me levantaré de una forma u otra, solo esperame novatos. De todos modos, como saben, me convertí en un dragón, un dragón gordo y volví a mi forma normal, continuando así con una lucha brutal contra Kawanami. Bueno, creo que eso es todo. Si eso es.